
A muchos en Kiev les cuesta creer que Rusia pueda lanzar una ofensiva total.
Evgeni Utkin me recibe en su centro cultural en un sótano del centro de Kiev frente a la embajada fortificada de Bielorrusia, el país vecino de Ucrania donde se han desplegado recientemente decenas de miles de tropas rusas. Viste una sudadera con capucha de color amarillo ocre que hace juego con el llamativo arte moderno de las paredes. Utkin no sólo alaba la vitalidad de la capital ucraniana, sino que la irradia, incluso en momentos tan grises como los actuales.
Utkin es un célebre empresario, el padrino del sector tecnológico ruso tras la caótica transición del comunismo en la década de 1990. Aunque sigue siendo un activo inversor tecnológico, también es filántropo y una figura importante en la escena artística y musical de Kiev. Nació en Rusia y habla ruso, pero es un firme partidario de la orientación occidental de Ucrania y fue un activista en la revolución de Maidan de 2014 contra la injerencia rusa.
Esta rica biografía no es sólo un testimonio de cómo los destinos de Rusia y Ucrania están entrelazados, sino una expresión de fe en el futuro de Ucrania. "Soy un ruso con alma rusa", afirma Utkin. "Pero mi corazón está aquí, en Kiev". Al igual que Utkin, muchos otros hablantes nativos de ruso tienen ahora un fuerte sentimiento de identidad ucraniana, aunque algunos también se sienten discriminados.
Utkin nació en la Rusia soviética, justo al otro lado de la frontera de la región ucraniana de Luhansk, en la actualidad bajo el control de los separatistas prorrusos con el pleno apoyo de Moscú. Estudió ingeniería electrónica en Moscú y creó una exitosa empresa de servicios informáticos que luego vendió al conglomerado ruso Sistema. En 2007 sacó a Bolsa en Londres la división tecnológica de Sistema, convirtiéndola en la compañía tecnológica más valiosa del este de Europa. Tras dejar Sistema, se convirtió en un empresario e inversor en serie en Rusia y Ucrania.
Utkin, que apoyó la Revolución Naranja de 2004 en la que los ucranianos exigieron que se repitiesen las elecciones presidenciales que había ganado fraudulentamente un presidente favorable al Kremlin, decidió abandonar Rusia tras la invasión de Georgia en 2008.
Se unió a las protestas de Maidan de 2014 en Kiev, tocando el piano en la calle en medio del tumulto. Después de que Moscú se anexionase Crimea e instigase una guerra separatista en el Donbás, Utkin creó un grupo tecnológico para apoyar a las fuerzas armadas de Ucrania. Su destacado papel le costó sus negocios rusos, que le fueron expropiados. Pero su madre y su hermana siguen viviendo en Rusia, al igual que muchos de sus amigos.
Como a muchos en Kiev, a Utkin le cuesta creer que Moscú pueda lanzar una ofensiva total contra Ucrania. Pero sí cree que el presidente ruso Vladimir Putin persigue la misión de recrear un imperio. "El imperio ruso no puede existir sin Kiev. Era la madre de las ciudades rusas. Es muy importante para el pueblo ruso".
Moscú tampoco puede permitirse el éxito económico o político de Ucrania, advierte Utkin, ya que eso mostraría a los rusos que es posible una alternativa al autoritarismo. "Creo que temen el éxito de Ucrania porque podría cambiar los parámetros de valor. Situaría al pueblo en lo más alto de la pirámide, no a un zar o a un secretario general".
Utkin se inspiró en el poder popular de las protestas de Maidán, donde hasta un millón de ucranianos se manifestaron contra Víktor Yanukóvich, el presidente prorruso del país. Moscú ha calificado el movimiento de Maidan de golpe de Estado dirigido por fascistas. Utkin cree que los ucranianos son menos deferentes con la autoridad que los rusos. Recuerda que, cuando dirigía empresas en Rusia, sus empleados "me trataban como un zar y hacían recaer la responsabilidad sobre mí". Pero en la Ucrania moderna, "nadie espera nada bueno de la cúpula de mando".
Aunque no se produzca una invasión a gran escala, la concentración militar rusa ya está perjudicando a la economía ucraniana y ahuyentando a los inversores y visitantes extranjeros. La aerolínea holandesa KLM suspendió esta semana sus vuelos a Ucrania. Las inversiones extranjeras en tres de las empresas de Utkin, incluido el principal proveedor de servicios de informática en la nube de Ucrania, se han paralizado debido a las advertencias de guerra. Esto sólo contribuirá a la fuga de talento ucraniano.
En su opinión, la acumulación de tropas de Rusia a lo largo de las fronteras tiene como objetivo minar la confianza en el potencial de Ucrania. "La guerra principal se desarrolla aquí", dice, tocándose la cabeza. "Es la propaganda".
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